martes, 25 de agosto de 2009

María, la portuguesa

MARÍA, LA PORTUGUESA.
Ricardo Rodríguez




Desde el otro lado de la mar, llegan los sones de una bella canción y una triste historia de amor.






Carlos Cano, grabó en 1986, María, La Portuguesa, dedicada a la cantante de fados Amalia Rodrigues.



CARLOS CANO
FOTO: Pedro Carrero


José Carlos Cano Fernández, nació en Granada en 1946 y murió, tempranamente en diciembre de 2000. Conocido artísticamente como Carlos Cano, fue un cantautor español que cultivó estilos tradicionales y relativamente olvidados como el fado y, muy especialmente, la copla andaluza. Su versatilidad como compositor, capaz de escribir cuecas, tangos, rumbas, sambas, nanas, coplas, murgas carnavaleras o temas intimistas acompañado por tan sólo su voz y su guitarra o por una orquesta, unida a la calidad y emotividad de sus textos, hacen de Cano un personaje destacado dentro del panorama musical español. Entre sus temas más conocidos cabe destacar María la Portuguesa o La murga de los currelantes.
Con Cuaderno de coplas y Quédate con la copla reivindica el valor de la copla como canción popular andaluza, tras un uso por parte del franquismo que le había supuesto el desprecio de la modernidad. Cano fue así el primer artífice de esta reivindicación, continuada posteriormente por artistas como Martirio o Pasión Vega que conseguirían colocar a este estilo dentro de la modernidad. Como cantó Carlos Cano en la canción "Proclamación de la copla", con letra de Antonio Burgos: "No es ni canción ni española, es copla y andaluza".
En 1998 musicaliza los poemas de Diván de Tamarit, de Federico García Lorca, autor con cuya poesía ya había trabajado anteriormente, para lo que cuenta con la colaboración de Leo Brouwer, la Orquesta Filarmónica de Londres, Curro Romero, el Orfeón Donostiarra, Paco Ibáñez, Santiago Auserón y Marina Rossel.

Fuente: Wikipedia

domingo, 9 de agosto de 2009

La Última Grela

MILONGA
Ricardo Rodríguez

Despedirán su hastío, su tos, su melodrama
las pálidas rubionas
de un cuento de Tuñón...


LA PERCANTA
Ricardo Rodríguez

Del fondo de las cosas y envuelta en una estola de frío,
con el gesto de quien se ha muerto mucho...

LA PAICA
Ricardo Rodríguez

Qué sola irá la grela, tan última, tan rara.
Sus grandes ojos tristes trampeados por la suerte...


La Última Grela, de Horacio Ferrer y Astor Piazzolla, en la increíble voz de Susana Rinaldi.







De la casa de las mujeres salieron las últimas grelas para perderse en el gris del asfalto de una amanecida Buenos Aires.

Horacio Ferrer, poeta uruguayo, a pedido de Aníbal Troilo escribió la letra de este tango, al que Astor Piazzolla le puso la genialidad de su música.

Fuente:
Todo Tango

domingo, 2 de agosto de 2009

Gitana Rusa

GITANA RUSA
RICARDO RODRÍGUEZ
Bolígrafo y lápiz a color

Desde la casa de las mujeres, se escucha la melodía de un tango que relata una trágica historia de amor. En la versión de Carlos Di Sarli con la voz de Oscar Serpa.





La historia de este tango no es menos exótica que su tema y según Julio Nudler, puede contarse así:
Fue un tango llamado Tus Ojos escrito en la Ucrania de 1940 por Saverio Sadam, violinista judío. Demetrio Sadam, hijo de Saverio, nació en Ucrania en 1910 y a los once años emigró a Argentina, trabajó en el Diario Crítica y se casó con Celia Paiva. En 1940 recibe, como regalo de su padre, para su esposa, un melodioso tango de corte europeo, a quien un tal Grimberg le había puesto una letra muy romántica que evocaba una cita de amor en primavera, entre árboles y bajo las estrellas. Queriendo darle algún destino, Demetrio entregó la obra de su padre a su amigo Horacio Basterra, que comenzaba su carrera como letrista firmando como Horacio Sanguinetti, dándole total libertad de hacer lo que quisiera con aquellas cuartillas. Sanguinetti le adosó una nueva letra en español y se la confío al bandoneonista Juan Sánchez Gorio. La protagonista de la nueva letra es una gitana rusa que busca a su amor cosaco al que nunca encontrará porque éste se ha arrojado a las aguas del río Don.
Sánchez Gorio, retocó mínimamente las notas y la registró con Sanguinetti como propia, convirtiéndose rápidamente, la pieza, en un éxito musical.


Gitana Rusa


Pintó tus ojos

el azabache de una pena,

gitana buena.

Yo vi tus lágrimas de amor.

Caminos blancos

fueron pañuelo de tu llanto,

y acongojaron,

tu corazón.

Gitana rusa,

no lo hallarás por las tabernas,

ni en las estepas,

ni en las calles del dolor.

Gitana triste,

será más triste cuando sepas,

que tu gitano se arrojó una noche al Don.

Fuente
Todo Tango